Hagamos un ejercicio juntos: imagina que vienen tus mejores amigos a comer la noche del sábado.
La ocasión es especial; tú y tu pareja recibirán a muchos invitados para mostrar la casa que después de tanto esfuerzo han comprado.
Un sueño hecho realidad.
Durante todo el día limpias hasta el último rincón y, cuando finalmente todo está listo, entra tu vecino con los zapatos llenos de lodo, y entonces te dan ganas de cometer un crimen.
Esta escena de la vida diaria se repite con frecuencia en el mundo de las marcas, saboteando todo el esfuerzo que hacemos para mostrar su mejor versión.
Cuando hacemos un cobranding tenemos la finalidad de sacar el máximo provecho para la marca, de otra manera no tendría el más mínimo sentido.
Te asocias con un influenciador serio y creíble porque quieres que relacionen tu marca con esos atributos, o patrocinas un club deportivo porque la personalidad de tu marca es enérgica.
El lado oscuro del cobranding
Pero muchas veces cuando haces un cobranding, y la identidad visual de la marca aparece mal implementada en ese stand de la feria, o en el post en las redes sociales del partner con quien haces promociones, estás ensuciando la casa con la que quieres deslumbrar.
Y eso se nota, mucho.
Cuando lleguen tus amigos no verán una casa hermosa y reluciente, verán un piso sucio y probablemente pensarán que los dueños de la casa son un desastre.
El campo de la percepción personal es un tema complejo.
No podemos controlar lo que los demás piensan de nosotros, pero sí que podemos ayudarles a formarse un criterio mucho más positivo.
Umbel Thoughts Tuit
Y esto, mi querido partner, se logra asegurándote de mostrar la casa limpia y reluciente todo el tiempo.
De ahora en adelante, cuando vayas a hacer una colaboración con algún socio, un influencer o un proveedor, asegúrate de filtrar la forma en que muestra la imagen de tu marca.
Recuerda que los humanos recordamos solo una pequeña parte de lo que percibimos a través de nuestros sentidos.
Si tu logo está mal implementado o en medio de un desastre visual, poco o nada positivo conseguirás.
El tiro saldrá por la culata.
Filtros necesarios
Seguro será grosero prohibirle a tu vecino que entre a la casa, pero lo que sí puedes hacer es poner una alfombra en la entrada y darle un par de zapatos limpios antes de entrar.
Establecer filtros, compartir lineamientos o tomar las riendas de la implementación de tu imagen de marca, con toda seguridad será el mejor enfoque frente a todo cobranding.
Después de todo, la percepción lo es todo y razón tenía tu madre cuando te decía “dime con quien andas y te diré quién eres”.