Pazia: Una marca para 7 millones de migrantes

El gran reto: Crear una narrativa que rompiera con los códigos de la industria

El mercado funerario tradicional es visto con desconfianza debido a la frialdad transaccional con la que usualmente trabaja y ya ni hablar de las aseguradoras.

Así que nuestro desafío era encontrar la forma de construir un relato diferencial, diametralmente opuesto al de los grandes actores de la categoría.

Para lograrlo, quisimos establecer un nuevo tipo de relación con las personas, dejando atrás la frialdad transaccional para alcanzar una conexión profundamente humana.

La solución

Después de un profundo análisis del contexto y las necesidades emocionales no satisfechas, identificamos que los migrantes no necesitaban un «seguro funerario»; sino seguir siendo los héroes protectores de sus familias.

De este insight nació Pazia—un nombre que une «paz» con el sufijo «ia», creando literalmente la tranquilidad hecha palabra.

Y con esto en mente, definimos un rol de marca para Pazia que la convierte en «un amigo familiar» que acompaña sin invadir, que protege sin alarmar.

Y que además, tiene como propósito «Aliviar la carga emocional y económica inherente a la partida de un ser querido.»

Este norte transformó el servicio en la previsión que toda familia debería y puede tener.

Ya con un propósito bien definido, pudimos a trabajar otros aspectos de la identidad de marca como sus valores y personalidad.

Definimos a Pazia como un Héroe Cuidador: gentil, ágil, leal y determinado. Una personalidad que proyecta calidez y confianza, despojándose de la solemnidad tan tradicional del sector.

En este proceso, también fue medular la cuidadosa definición de los valores de marca y una propuesta de valor en capas que nos permite añadir valor desde lo más funcional hasta lo más aspiracional.

Por supuesto, toda la identidad de marca debe ser expresada de forma correcta.

Una identidad visual que rompe con lo establecido

La identidad visual de Pazia rompió todos los códigos del sector funerario. En lugar de la solemnidad esperada, la marca eligió celebrar el legado de amor familiar. El logotipo fluyó en líneas suaves que evocan tranquilidad sin tristeza, con una tipografía que se convirtió en la voz de un amigo cercano. Los colores equilibraron calidez y serenidad, creando una paleta que abraza en lugar de intimidar.

La iconografía se inspiró en las formas del wordmark, creando un ecosistema visual cohesivo que respiraba la personalidad de la marca: accesible, cálida, genuinamente preocupada por las personas detrás de cada plan.

El resultado fue una identidad que se siente familiar desde el primer encuentro, como si siempre hubiera estado ahí para cuando la necesitaras.

El impacto: Más que una nueva marca, un nuevo paradigma

Pazia llegó para lograr algo extraordinario: Aliviar una carga muy difícil de llevar sin ayuda. Brinda una solución real y accesible a esas personas que a pesar de la distancia mantienen sus vínculos familiares intactos.

En un mundo donde las marcas luchan por diferenciarse, Pazia eligió el camino más difícil y hermoso: ser genuinamente necesaria en la vida de las personas.

El resultado es una marca que no solo funciona comercialmente, sino que mejora la vida de quienes la eligen.