Nos planteamos reforzar la identidad visual de la marca creando un concepto poderoso que le permitiera extenderse desde los discos de corte, a las herramientas eléctricas y manuales con más facilidad.
La intención era mostrar a Strugger como una marca vibrante, enérgica y fuerte, que fuese un icono de lucha para sus públicos de interés.
Tras definir el concepto, continuamos con el rediseño del logotipo, y seguimos con la actualización de la paleta de color de la marca, con lo cual resolvimos un gran inconveniente: reducir la inconsistencia de color en múltiples materiales impresos como manuales, discos de corte y herramientas.